Dra Fabiana Satto

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Médico Cirujano-Universidad Nacional del Nordeste (UNNE). Terapeuta Floral: BFRP (Practitioners registrado en la Fundación Bach) Medicina Integrativa.Biodecodificadora. Reiki Master Sistema Tradicional Usui. Conferencista de temas de Autoayuda. Coordinadora Regional de Cursos y Talleres de Costelaciones Familiares y Ordenes del Amor. Otras Herramientas en las que me formé y me nutrieron en estos años de estudios:Homeopatía,PNL, Mediación en conflictos, Inteligencia Emocional, Fitoterapia, Gemoterapia, Radiestesia, Cromoterapia, Eneagrama,Ireca, Feng Shui, Merkaba, Numerología, Calendario Maya, Metafísica, Gnosis, Registros Akashicos.

lunes, octubre 07, 2013

El Bambú japonés...para reflexionar.

No hay que ser agricultor para saber que una buena cosecha requiere de buena semilla, buen abono y riego.También es obvio que quien cultiva la tierra no se detiene impaciente frente a la semilla sembrada, y grita con todas sus fuerzas: ¡Crece, maldita sea!
Hay algo muy curioso que sucede con el bambú y que lo transforma en no apto para impacientes:
Siembras la semilla, la abonas, y te ocupas de regarla constantemente.
Durante los primeros meses no sucede nada apreciable. En realidad no pasa nada con la semilla durante los primeros siete años, a tal punto que un cultivador inexperto estaría convencido de haber comprado semillas infértiles.

Sin embargo, durante el séptimo año, en un período de sólo seis semanas la planta de bambú crece
¡más de 30metros!
¿Tardó sólo seis semanas crecer?
No, la verdad es que se tomó siete años y seis semanas en desarrollarse.
Durante los primeros siete años de aparente inactividad, este bambú estaba generando un complejo sistema de raíces que le permitirían sostener el crecimiento que iba a tener después de siete años.
Sin embargo, en la vida cotidiana, muchas personas tratan de encontrar soluciones rápidas, triunfos apresurados, sin entender que el éxito es simplemente resultado del crecimiento interno y que éste requiere tiempo.
Quizás por la misma impaciencia, muchos de aquellos que aspiran a resultados en corto plazo, abandonan súbitamente justo cuando ya estaban a punto de conquistar la meta.De igual manera es necesario entender que en muchas ocasiones estaremos frente a situaciones en las que creemos que nada está sucediendo.
Y esto puede ser extremadamente frustrante.
En la Terapia Floral, como cuando se está gestando el bambú, a veces parece que no estuviera pasando nada, pero las vibraciones de las  Flores de Bach van produciendo una transformación energética del cuerpo emocional que en algún momento se deja ver en todo su esplendor.


En esos momentos (que todos tenemos), recordar el ciclo de maduración del bambú japonés, y aceptar que en tanto no bajemos los brazos -, ni abandonemos por no “ver” el resultado que esperamos-, si está sucediendo algo dentro nuestro: estamos creciendo, madurando, transformándonos.
Quienes no se dan por vencidos, van gradual e imperceptiblemente hacia estados más sutiles de conciencia y de equilibrio emocional.

El triunfo no es más que un proceso que lleva tiempo y dedicación.
Un proceso que exige cambios, acción y formidables dotes de paciencia.
Tiempo… Cómo nos cuestan las esperas, qué poco ejercitamos la paciencia...Impatiens es la flor elegida para tolerar y aceptar los procesos con calma y ritmo adecuado.

Perdemos la fe cuando los resultados no se dan como nosotros imaginábamos...Gentian es la florcita elegida para mejorar los niveles de tolerancia a la frustración y aumentar nuestra FE.

La propuesta es disfrutar el camino, el proceso...más allá de los resultados visible, confiar en que se está gestando siempre un gran cambio desde lo profundo de tu ser. Nada sucede aleatoria-mente, todo tiene un hilo conductor que a veces no podemos ver hasta pasado cierto tiempo.
Si no consigues lo que anhelas, no desesperes…
quizá solo estés creando raíces….